Tuesday, March 6, 2012

La Paz y Coroico

Llegué a La Paz con Martín un domingo. Cuenca profunda rebalsada de población hasta las más altas cimas. Desde casi cualquier recoveco se ve al gran guardián de cumbres blancas, el Illimani. Y asu alrededor, en círculo, tantos otros, ningun tan grande, el resto rocas verdes y rojizas llenas de pliegues y construcciones de ladrillo.
Hoy le quería sacar una foto al macizo, pero llueve y está nublado y todo el mundo corre y las cholitas llevan el sombrero hongo tapado con bolsa plástica. Así que tomo prestada foto ajena : )

(cortesía de lostiempos.com, bello no?)

Como era domingo y pensé que por eso había feria en las calles. Error. La Paz es una gran feria en la calle. Todo se encuentra ahí: Agua, frutas, verduras, libros, ropa interior, instrumentos musicales, pescados (truchas del lago), cabezas de vaca y otras presas, nómbrelo usted...
Incluso artículos de brujería en la zona que llaman "el mercado de las brujas". Ahí los puestitos venden adminículos para ofrendar como fetos de llama, pequeñas botellas de licor, billetes en miniatura. También sustancias para quitar el miedo o viajar un poco como wachuma (cactus de San Pedro) y otras plantas y semillas psicodélicas.
De vez en cuando se ve partir a una pareja de turistas con cara de pillos bolsita en mano.



La ciudad está buena para perderse. Y donde quiera que uno termine habrá una feria. Los puestos son todos atendidos por cholitas de anchas faldas y delantales. Los hombres algunos veleros (vendiendo velas), otros sentados en la esquina esperando que alguien apele a los letreros en sus mochilas (gásfiter, cañerías, etc). Algunos jòvenes andan por ahí con pasamontañas lustrando botas... cubrirse el rostro para abrillantar el caminar ajeno.
Y la plaza Murillo llena de palomas que andan como nosotros picoteando migajas de otras experiencias.

Harto de cultura también le lleva. Gracias al nuevo amigo Joseph descubrí el Museo de Instrumentos Musicales (gracias!) . No sólo tenían una colección alucinante de instrumentos (guitarras de cinco mangos, zampoñas de pluma de cóndor, quenas y charangos de todo tipo de material y grabados), sino que además permitían a los visitantes tocar un montón de ellos. Así con Martín pasamos un buen rato tañendo el arpa de piano, tocando el yembé y haciéndole intentos a sendas trompetas.
Bolivia es tierra de gran riqueza musical, mientras más tiempo paso aquí, más sonidos y talentos voy descubriendo.






El Museo de Etnografía no se quedaba tan atrás con su colección de máscaras de carnaval y trajes hechos de plumas. Enteros. Entramados de plumas de todos colores para conformar un traje. Y colección de textiles de todos los "suyos" (incluyendo zonas de Perú y Chile). Delicadas explosiones antropo-zoo y fito mórficas rodeando patrones de fina geometría que seguramente reverberaba en sueños al creador.



Estuve como 3 días en la ciudad, cazando libros, caminando por las callesicas, comiendo mucha fruta y ensalada.
Me gusta La Paz, pero ya no da más.
A los yungas me lanzo,
a ver si los trópicos alcanzo.
En fin...

Coroico

Para ir a Coroico desde La Paz hay que subir a la cima de una de estas montañas que rodea la cuenca y luego comenzar a bajar. El paisaje es increíble. En las cumbres es una especie de pampa con montañas nevadas que se ciernen como guardianes, y ya de bajada la naturaleza comienza a cambiar gradual pero radiccalmente.



De rocas rojas y peladas comienzan a aparecer prístinas cascadas en cada rincón, y de a poco a crecer el musgo, y los helechos y ya de lleno el bosque (o "el monte" como le llaman acá). No es selva aún, pero ya abundan los plátanos y buganvilias, hibiscos, papayos, mangos y tantos otros que aún no conozco.
Y todo pliegues y valles que se hunden entre las montañas que tienen un lago de brumas que va y viene durante el día cambiando el paisaje. Cascadas que hacen ríos, cascadas que se esconden en la tierra, cascadas que se esconden tras las nubes. Belezza.

"En una sacudida cósmica se disuelven la piedra y el hielo, de la cordillera. Se quebrantan y paren profundos cañadones, gargantas y desfiladeros donde se encajonan los ríos. El horizonte, estrangulado, se limita entre los cerros que se aglomeran y embtçravecen con su fecundidad. La atmósfera tiene espesor de resina, perfume de floresta eclosionada, ardor y esplendor de la naturaleza que derrocha su joven locura vegetal."
(Altiplano, Botelho Gosálvez)

En el camino me tocó la buena fortuna de conocer a Carlos, gran trovador que me alojó la primera noche junto a su esposa Liddy. Ya más feliz no podía estar yo después de una noche con paella, vino de Bordeaux y el guitarreo del alma de Carlos.
Una casota grande con vista a los abismos, decorada con nidos de "uchis" (una especie de urraca de cola amarilla) que más parecen lágrimas de bosque.


Los siguientes días los pasé en casa de José, talentoso charanguero, constructor, artista, colibrí. Ahí colaboré un poquito en la construcción de la cabaña con el baño más hermoso del mundo con paredes de vidrios y botellas. Todas las cabañas de José y el espacio en general tienen una vibra buenísima, llena de luz.






Así que ahí me quedé disfrutando de la vista, la piscina, la comida, la música y la buena compañía. También se quedaban en una cabaña Ángel, Marie y la pequeña Roraima, geniales nuevos amigos que me enseñaron unos buenos nudos de macramé para seguir aprendiendo.
Agradecida absoluta.
Del pueblo no conocí mucho porque para qué moverse del paraíso. Una caminata y bañada bajo una de las múltiples cascadas solamente.


Sí fuimos a almorzar una vez al pueblo . Sopa de maní! Al fin la probé... qué delicia.
Coroico definitivamente se plantea como un lugar para venir a quedarse por un bueen tiempo.

Una noche ch'allamos para inaugurar la nueva cabaña. Intensa la ch'alla. La idea es celebrar con el nuevo espacio: Tomar, pichar (mascar) coca con yicta (lejía), fumar cigarros y decorar con serpentinas y lanzar cuetes y lentejas doradas para la buena fortuna.
Ángel y José tocaron bellas tonadas para darle buena vibra a la casa y después continuaron en un viaje musical por Bolivia y Venezuela.


Mientras más tiempo paso aquí más aprendo y me impresiono la cantidad y variedad de música que existe en Bolivia. Verdaderos maestros del charango, la quena y la zampoña con un sabor completamente diferente al chileno. Algunos nombres por investigar aún: Savia Nueva (donde tocaba Carlos), Música de maestros, Kala Marka, y bueno, muchos más debe haber...

Me costó irme de Coroico. Pasamos a despedirnos de Carlos y Liddy tomando el café de la cafetera más hermosa que he presenciado. Digna de alquimista. Otro tesorio de la France de Liddy que con su voz de puma hilaba historias entre humos de cigarros.





El viaje de vuelta también estuvo bueno. En el bus conocí a los "chicos de rojo". Juan y su hijo que venían caminando hace 3 días para llegar a Coroico. Juan rera un baúl de aventuras que resultaba conocer Chile mucho mejor que yo. Desde las cumbres de Ojos del Salado, el Aconcagua, pasando por la Fuente Alemana y el pastel de choclo hasta Fitz Roy.
Fue un viaje escuchar sus historias de haber participado en el primer vuelo a Rapa Nui y haber tocado en la carpa de la Violeta quien le rompió una guitarra en la cabeza!
Qué manera de haber músicos aventureros y viajeros por acá.

Ahora me encamino a Sorata a ver si encuentro alguna oportunidad de voluntariado que ya tengo ganas de hacerme útil un rato. Y ya pronto al Perú. Cuesta montones salir de este hermoso país. Me quedaría mucho más!


4 comments:

  1. Katia,
    me gusta leer tus relatos porque es revivir la experiencia. Sin duda es el país que más me ha sorprendido, en todos sus sentidos. Me alegro de la gente que has conocido. Muchas bendiciones, deseo que siga de lo mejor tu viaje. Sorata es impresionante!! que lo goces mucho.

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    1. Gracias Javi! Sí que es alucinante este pa´s, de hecho me está costando mucho irme!
      Espero que todo ande bien por allá. Un abrazote

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  2. Bolivia es la dosis!
    Nosotros fuimos por una semanita… y nos quedamos dos meses :D

    Da para varios viajes. Hay muchísimo que ver.

    Me gusta tu pluma.

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    1. Sii, ya me fui ya... 2 meses suena como una excelente temporada!
      Gracias por el piropo plumero y felicitaciones por la nueva casa que linda se ve! : )

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