Saturday, March 10, 2012

Sorata y Copacabana

Sorata fue como un lapsus de nubecilla negra pasando sobre el sol. No proque haya sido una mala experiencia, sino porque fue cortita y bien llovida!

Para llegar también hay que escalar a las cimas de La Paz, pero esta vez por "El Alto", espacio que se define como ciudad independiente de La Paz, lo que es extraño porque está ahí mismito cerniéndose sobre ella siempre. Pero vaya a saber uno lo que define realmente a una ciudad, el espacio geográfico? La cohesión comunitaria?
De eso tiene harto. De hecho, casi todo el alto (millón y medio de habitantes) estaba marchando para exigir la pena de muerte para los "cogoteros" que han estado dejando estragos en el último tiempo. Los Amautas (que son algo así como los machis andinos), hacían ofrendas y peticiones a los dioses para castigarlos.

En fin, se sale de La Paz por El Alto y también se pasa por altiplanicies pero esta vez más llenas de pastizales y ganados y coloridas cholitas moteando el paisaje.
Y ya luego a bajar, pero no a los yungas selváticos como en Coroico, sino a los Valles, que también se agazapan entre los cerros con su verde, pero otro verde, más seco, más lleno de eucaliptus y maizales.
Si Coroico es como una especie de axila geográfica, Sorata vendría siendo como la pendiente de la clávicula, o quizás la parte de atrás del codo. Con sus ríos torrentosos y sus flores primaverales. Me recordó un poco al Maipo.



Yo iba con la itnención de trabajar de voluntaria en una huerta orgánica, pero los dados siempre esconden otra suerte. Me perdí bastante por las empinadas calles de Sorata bajo la lluvia y en el barro con mi gorda de mochila en la espalda. Hasta que descendiendo descendiendo descendiendo encontré mi lugar. Pero ya no había espacio para voluntarios, que 3 argentinos ya se habían tomado ese rol. Sólo había alojamiento barato y la oportunidad de compartir cocina con estos tres chicos que resultaron ser muy buena onda.
Estuve ahí dos días, en el enclave entre dos ríos, en palabras del dueño de casa: El Tigris y el Eúfrates, al igual que el edén. Y a falta de voluntariado le entré a la práctica de quena (poco a poco van saliendo las ntoas altas y bajas), a la costura del cuaderno experimental y a la lectura de un maravilloso libro llamado "Filosofía Andina".



Creo que casi la única foto que saqué en el lugar fue del cuadernito experimental y de estos hermosos bicharracos que decidieron aparearse en nuestro cuarto.




Al segundo día me encontré con que los chicos se iban después del desayuno y sin pensar mucho los seguí ya que Sorata no estaba muy apacible con la infinita cantidad de lluvia y barro. Más tarde me enteraría del culebrón del que íbamos escapando. Sólo puedo decir que no es recomendable liarse con la mujer del dueño de casa (incluso si éste está escondido detrás de la puerta incitando a la acción!).

Bajo la lluvia hacer esa subidota con la mochila al hombro. Y yo que me creo en tan buen estado físico figuraba con la cabeza entre las rodillas para evitar el mareo cada tantos metros mientras las señoras, viejitas, pasaban tranquilas con sus aguayos cargados a la espalda. Qué herida al orgullo! Que en realidad no sirve para nada tampoco...

Nos embarcamos rumbo a La Paz y yo me bajé en Huarina para encontrar mi próximo destino: Isla del Sol. Por suerte pasó un bus en como media hora rumbo a Copacabana, porque estaba esperando junto a un control militar y al parecer me vieron cara de entretenimiento porque me decían cosas en aimara y luego se reían y luego me preguntaban si bailaba y se reían, y yo jamás entendí el chiste...

A Copacabana llegué cruzando primero un ferry que hasta el bus se tuvo que tomar.




Mojada y enfriada y sorprendida por los precios de las cosas en esa ciudad mega turística portal del Titicaca. Una gran catedral fue todo mi turisteo realmente, mucho oro y unos grabados hermosos en las puertas.


Y ya, con muchas ganas de partir rumbo a la isla, que es otra historia...


1 comment:

  1. ke buena la historia...notable el culebron..y las subidas y bajadas...Pero claro las viejecillas criadas alli, como no te iban a pasar? es como estar en la cordillera y creer que puedes conocerla mas ke un arriero o un gaucho...mucho pedir pues!

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