Tuesday, December 11, 2012

Around India with the mighty Clarita

Change of rhythm. From the daily continuity of the yoga course to the ever-changing jumping around India with my dear Clarita.

Meet in Dehli, finding a common ground between her process of landing in India after abusy year, and mine of disembarking from yogui land. A no man's land full of possibilities!

Touring around. The grand Bahai Lotus temple which welcomes everyone.



The amazing bus journey to Agra and its never ending toot toot tooting in the road
And the beautiful Taj.
I thought I was tired of man made buildings, but, oh the Taj.
Still not sure if I was more amazed by this huge perfectly harmonious building. Or by suddendly becoming ourselves a tourist attraction, with random indian tourists coming our way to take a "snap".
If photographs actually take a part of your soul, this last month has probably made us soul-less...







Experiencing one first train towards the Camel Fair in Pushkar. 5 people in  our 3-seater. Smiling folks hanging from the carriages and also from the roof!

It was festival times in India. Diwali just finished, but so many other little rituals every day and night.
You finally become used to being lulled to sleep by chanting, firecrackers and marching bands. Waking up to a mix of "Hare Krishna" and "Alahhh".

Too many colours, details, a temple in every corner. Camels everywhere in this land where Brahma, the creator god that no one really pays attention to (his job is done) initially came up the world.
Good mythological stories too. One involving a woman who had to go THROUGH a cow (from the back to the front) to be "purified".


















Dusty Rajasthan was constantly yelling "hello" in our ears. Flashing colourful saris, spicy thalis, the perfectly round sun of India.
Forts, miniature paintings, a temple full of orgiastic rats that everyone adores.
A beautiful family that hosted us in its unique room. 











And in between sugary Masala Chais (achá chai), we jump to Punjab. The Golden Temple in Amritsar. Here the Sikhs with their carefully constructed turbants receive all pilgrims. Free accommodation, free food. A machine that makes 6000 chapatis per hour!
Learning more and more about the bloody history of India and its amazing mix of cultures and religions. Meeting lovely new friends






And off to the Himalayas. McLeod Ganj, home of the Dalai Lama (though he is not here at the moment). Home of one of the biggest colonies of Tibetan refugees.
More learning. About their rich culture and religion, about their frustrating peaceful struggle where the strongest weapon seems to be self immolation by fire.
It is a despairing developent of events in this country that for many doesn't exist anymore, and for others is being expanded all over the world.

Our last night together we spent almost 3000 meters high, near the snowline in the mountains. Watching the stars with a telescope that only shows blackness.






I will miss travelling with my dear didi ClariClari. Such a brave awesome lady. But soon will see you in the Southern hemisphere!


















Por la India con Clarita

Un mes entero viajando con mi querida Clarita!

Absoluto cambio de ritmo de la cotidianidad pausada del curso de yoga al saltar turisteando por la India festivalera.

Nos juntamos en Delhi, sin dejar de hablar hasta encontrarnos luego de un año de mucho trabajo para ella y uno de mucho viaje para mí.
Navegamos la ciudad contaminadísima para conocer el gran Templo de Loto de los Bahai, la Galería de Arte.
Tuk tuks y caminata por doquier. Constante sonido de fondo: Bocinazos y gargajos de todo tipo.




Traqueteante bus a Agra para eecantarse con las construcciones humanas en el Taj Mahal.
Admirar esa arquitectura delicada mientras montonadas de familias indias se nos acercaban para sacarse fotos con nosotras, "Can we have a snap?". Jamas habiámosnos sentido tan famosas.
La fotografía como puerta al encuentro de culturas, ¿o como asesinato del alma?








Tren lleno, repleto, hasta el techo de gente! Camino a Pushkar en Rajasthan. Tiempo de festivales.
En Pushkar la feria de camellos que levantaban polvo haciendo desaparecer este desierto donde el dios Brahma creó el mundo.
Dormirse entre cánticos y petardos, despertar a la entonación unísona de los krishnas y los musulmanes.
Cada árbol, cada rincón, todo es un templo sagrado.
Pero para los monos nada es sagrado, así que irrespetuosos nos quitan los plátanos de desayuno. Yo huyo asustada. Clarita defiende su comida enojada.



















Rajastán es todo colores, capas de saris polvorientos escondiendo variedad de bocinas, dulces tan dulces, saludos de todo ser callejero, templos de ratas orgiásticas y sagradas.
Una familia que nos recibe de brazos abiertos en su cuarto único.
Y mucho resfriado!












Entre masala chais (se necesitan grandes cantidades de azúcar para sobrevivir) nos encaminamos a Punjab. Amritsar, el Templo Dorado, el templo más grande de los Sikh.
Aprender más y más de la historia sangrienta de este país y de su majamama de culturas y religiones convivientes.
Aquí los Sikh reciben generosos a todo peregrino. Comida y alojamiento gratis. Una máquina que prepara 6000 chapatis al día! Descubriendo el templo con el gran Muki Muki nuestro nuevo amigo.







Y luego a las faldas de los Himalayas. Aire puro y también frío. McLeod Ganj, hogar del Dalai Lama sobre cuyos hombros descansan (¿descansan?) todas las esperanzas del pubelo Tibetano. Más aprender de la  dura lucha de este pueblo desplazado que dentro de su acercamiento pacífico no puede más que incendiarse a sí mismo ante la represión y violencia de China.

Nuestra última noche en cucharita en una carpa a casi 3000 metros de altura, tan cerquita de la nieve. Los Himalayas llaman a internarse y perderse en sus sombras rugosas amarillas, naranjas y azules. A encontrar babas sagrados que meditan desnudos en las cavernas.







Y ahora Clarita partió en camino a la querida Nueva Zelanda. Te extrañaré mi valiente genial hermana!