Segunda etapa de voluntariado, Camping de Argostoli

Las últimas dos semanas de voluntariado transcurrieron en el genial Camping de Argostoli.

Argostoli es la ciudad principal de la isla de Kefalonia, asi que teniamos bastante mas contacto con la sociedad y quizás un poco menos con las tortugas.

Aunque igual las veíamos todos los días pues hay una población permanente de 8 que viven en el puerto, la única población permanente del mundo que encontró este espacio cobijado donde los pescadores les dan los restos de su botín.

 

La vida de camping una delicia siempre marcada por los ritmos de las cigarras chillonas escondidas entre los aceitunos (aceitunas por todas partes!)

Somos un grupo de entre 9 y 10 voluntarios, bastante mezclado de nacionalidades (aunque siempre mayoría inglesa). Hacemos harta vida comunitaria, especialmente con la comida, lo cual me encanta. Asadito de pescado, panqueques holandeses, arrocito chileno!
Ya puedo imitar muy bien el brittish inglés y aprendido una que otra palabra en holandés, ninguna útil realmente...
Nuestras actividades son principalmente:
- Cicletear al amanecer para recorrer 7 playas buscando huellas de tortugas. Si las hay, marcar, fotografias, GPSear donde están los posibles nidos.
- Caminar en las tardes por la ciudad hablando con la gente, contándoles sobre las tortugas.
- Acompañar a los guardaparques del Monte Aenos buscando incendios (si tienes suerte puedes ver a los caballos salvajes blancos, y siempre escucharás la sinfonía de campanas de cabras locas)

El resto del tiempo se va en la playa, o buscando un lugar sombreado para la siesta, o comiendo, o conversando acá con los del camping. Tranquila la vida.

Extrañaré a estos ingleses locos que se duchan en conjunto y con cerveza en mano. A Magik que colecciona tapas de botellas para hacer sillas de ruedas, a Joeri que siempre sueña grandes cambios, a Tara que sabe sacar espinas de erizo de la planta del pie (hay que meter el pie en aceite de oliva un rato, es bien sabido que el aceite de oliva lo soluciona TODO!).
Y extrañaré a los geniales cretenses dueños del camping. A Lefteris que nunca deja de rellenarte el vaso de Raki, y Iorgos que sonríe malignamente. Y Camille et Manon, geniales francesillas que prefieren dormir debajo de sus hamacas que sobre ellas.

 

Muchísimas cosas ocurrieron en este par de semanas que enrealidad ya no caben aquí.
Genial visita de Linda llena de playita, aventuras en scooter, discusiones con hombres griegos sobre quitasoles, sandía gratis.
Una marcha pro tortugas luego de que alguien irrumpió en el Centro Medioambiental de la organización destruyéndolo casi todo (por qué, yo no lo sé).
Saltar con Magik al agua para rescatar a una tortuga que andaba arrastrando anzuelo e hilo de pesca.
Fue impresionante afirmar sus aletas asustadas y dirigirla a la tierra...

 

Extrañaré Kefalonia llena de buganvilias, oleadas olorosas de hierbas y de hoteles con sábanas limpias, playas turquesas con enjambres de pececillos tímidos.

Ahora nuevamente sumida en el intenso calor de Patras, y pronto más aventuras griegas junto a la querida Lindaki...