Mis ultimos dias en McLeod Ganj fueron frios y frios. Incluso con tormenta electrica y granizo. Energizante pero tan helado!
Estuve de voluntaria con los geniales Waste Warriors recogiendo basura camino a la catarata. Tarea infinita en India donde cada dia se puede ver a alguna madre enseniandole a su hijo a botar algun papel a la calle, donde todo viene envuelto y las tacitas de chai son de plastico o a veces incluso de greda que se ocupa una sola vez!
Asi conociendo la cultura a traves de la basura, tambien conoci a los geniales Sid y Oscar con quienes comparti una buena cena fogatera bajo la lluvia, un amanecer en la nieve y caminatas con buenas conversaciones rodeados de entre 5 y 10 perros.
Luego de algunos dias, medio escapando del frio, medio en busca de mas yoga, parti a Rishikesh. Hermosa tierra santa donde el Ganges fluye aun limpio, ancho, verde y lechoso.
En Rishikesh incluso el tipo del kiosko de la esquina declara ser un profesor de yoga. Muros y puentes estan tapizados de carteles ofreciendo clases y cursos y tratamientos ayurvedicos.
Es bastante turistico, y en casi todos los cafecitos se escuchan palabras sueltas de conversaciones extranjeras como: chakras, shavasana, pranayama, etc.
Me quede en un lugar algo alejado del centro neuralgico turistico. Feliz en mi cotidianidad de cruzar puentes colgantes llenos de monos, despertar con los campanazos de los templos vecinos (tambien llenos de monos). Caminar cerquita de la playa saludando a Sadhus variopintos, algunos asceticos y silenciosos, otros sonrientes y conversadores, uno que todos los dias me decia: I don't like you.
Monos hasta en mi habitacion, robandose los platanos para el desayuno! Moraleja: No dejar la puerta abierta mienras se cuelga la ropa en el techo.
Diversas clases de yoga. Algunas en extremo atleticas donde sin entender como terminaba equilibrandome sobre palmas de brazos entrelazados entre piernas cruzadas (Ashtanga). Otras mas tranquilas y pausadas donde el sereno profesor te mira a los ojos para decirte que sientas el estiramiento en el segundo dedo del pie (Hatha con Surinder Singh). Otras mas marciales donde la profesora de acento germano grita cosas como: Por que no estiran los brazos! Parecen todos muertos sin energias! (Iyengar). Otras ritmicas hermosas meditativas (Sivananda).
Tanto por aprender y practicar!
Pero tambien tiempo para pasear con las geniales Ceci y Anuska. Admirar los Himalayas desde lejitos. Asistir a los cantos y rituales de atardecer junto a Ganga.
Escalar cataratas de tonos tropicales enre bosques paradisiacos tras de los cuales se esconden los tranquilos valles.
Y tambien algo de sufrimiento para salpimentar el viaje. La primera gran enfermedad. 4 dias en cama con fiebres altas, en cama dura, sin manera de calentar agua, sin ducha excepto por los baldes de agua tibia.
Demasiada yoga? Y tambien el frio de un Rishikesh que no ve el sol hasta las 9 de la maniana y se esconde rapidito a las 5.30.
Pero de a poquito recuperada. Suficiente para escuchar las charlas de Prem Baba que recomienda ser vacio como un bambu para dejar fluir la esencia divina en tu interior.
Tambien para seguir descubriendo Rishi que esta lleno de esculturas y templos y monumentos. Y el magico "Ashram de los Beatles" que es como una tierra magica de casitas gnomicas siendo devoradas por la jungla.
Deje esa tierra hermosa cargada de recuerdos. De visiones entre la neblina, de personajes callejeros, de Masala Chai en buena compania.
Y luego de saltarina noche en bus a un Delhi congelado y otra noche en sillitas de aeropuerto, ahora en Bangkok.
Y que alegria de poder terminar el viaje aqui en esta ciudad que para mi es sinonimo de paz y relajo. Seguro muchos estarian en desacruerdo con esa definicion, pero para mi es un caminar pausado y sonriente.
Estos 3 dias se me han pasado raudos entre coloridas frutas frescas, masajes y una visita consumista al enorme mercado de Chatuchak (ahora llevo un gran bolso de mano mas!).
Infinitamente agradecida por lo que ha sido este viaje, por todos los angelitos en el camino, por todo el aprendizaje que siempre va a estar conmigo.
Contenta de volver a tierras kiwis y continuar con el viaje mas estatico. Contenta de reencontrarme con tantos seres queridos.
Quienquiera haya leido estas entradas, gracias por acompaniarme!
La travesia continua siempre, hacia afuera y hacia adentro.
ohhh bonito bonito...te leo y me emociono de saber q este viaje cierra su ciclo para abrir uno nuevo...te esperamos con ansias en NZ!
ReplyDeletevayan nuestros abrazos para alla...
no es el final.... es sòlo el comienzo de una nueva etapa. Pero los katia adictos al blog tuyo, queremos seguir vivenciando y experimentando tus vivencias ya sean externas o internas. Asi que a continuar......
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